Fan Fiction

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jueves, 28 de enero de 2010

Eunuco ...

Tras el típico baño de por las mañanas, la joven fue especialmente preparada por la anciana, que se había convertido en una compañera ; le recordaba a alguien también especial para ella, que había sido como una madre ya que perdió la suya al nacer. La lavó los cabellos con esencias especiales para después perfumarlos con aceites florales. Con un peine de puas finas y numerosas, mojándolas en agua hirviendo, le alisaba los cabellos oscuros y rebeldemente ondulados. Al tirar de ellos con fuerza, la hacía daño pero procuraba no quejarse demasiado.

-Hoy es un día especial …-murmuró la anciana, mientras volvía a la ardua tarea del alisado. El pelo de las otras jóvenes era más dócil que el de aquella joven extranjera- Debes estar decente, pues se está preparando una celebración en honor al Rey …

-¿Qué Rey?-preguntó curiosa la joven, mientras observaba a la anciana a través del espejo que tenía delante.

-No se nos permite decir su nombre pues desconfían de nosotras … Solo tienes que saber que debes tener cuidado con él …

-¿Es el hombre peligroso del que tanto hablan?

La anciana paró y la echó una mirada agresiva que pretendía intimidar a la joven. Preguntaba demasiado y eso la incomodaba, pues no era bueno en una mujer.

-¿Quién te ha dicho tales cosas?

-El hombre de ojos claros que me trajo hasta aquí …

-¿Cómo es que has hablado con él?

-He coincidido con él en el balcón.

-¿Cuándo?

-Hace unas noches.

-¿Quién te dio permiso para salir al balcón de noche?-mojó con rabia el peine y esta vez agarró los cabellos de la joven con fuerza con toda intención de hacerla daño.

La joven calló y aguantó el tirón apretándose con fuerza los labios. Una vez alisados los cabellos, la mujer, con la ayuda de otras jovenes bien vestidas, la comenzaron a realizar el mismo y extraño peinado que llevaban. Los cabellos de la parte delantera los echaron hacia atrás hasta que ningún cabello estuviera fuera de su sitio y se lo sujetaron, mientras que los de los laterales fueron llevados hacia los lados retorcidos sobre si mismos hasta que los sujetaron en la parte trasera.
Recogieron ambas extremidades en un moño abultado y alargado, que ocupaba toda la nuca. Le pusieron una redecilla con pequeñas perlas blancas y lo ataron con el sobrante de la misma dando varias vueltas. Luego, la pusieron una diadema de terciopelo con cintas blancas que daba también vueltas a la misma y dejaron justo el centro para colocar un broche de piedra rojiza y bordes dorados.

Cuando se miró al espejo se sintió extraña y ridícula al mismo tiempo. La levantaron para ponerle una larga túnica a la que llamaban vestido, también de terciopelo rojo, que le cubría los pies. El vestido en cuestión le quedaba apretado hasta por debajo del pecho, desde donde después caía en plieges. Después, la pusieron una túnica de mangas amplias y que se abría por delante. Se lo ajustaron a nivel del pecho también, en la que el escote hacía un triángulo. Por último, adornaron el cuello con un collar dorado y con cuentas rojizas que quedaba ajustado, pero que no le oprimía.
La volvieron a sentar en el taburete donde la había peinado antes y procedieron a maquillarla. Sobre los labios la dieron un hugüento grasiento de color rojizo a base de toquecitos con la yema de los dedos. También le dieron uno más claro sobre los pómulos y mejillas, y las cejas se las remarcaron con polvos oscuros para darle uniformidad en aquellos huecos donde el vello escaseaba. Los ojos no se lo tocaron, pues las pestañas definían perfectamente el contorno de los ojos y aplicarles algo más en ellos podría quedar rídiculo.

La anciana la hizo levantar y la revisó, dando varias vueltas a su alrededor. La joven miró a las otras jóvenes. Sus cabellos eran de diferentes colores y tonalidades, y se sentía fea en comparación con las mismas, debido a su cabellu oscuro y su gran nariz curva. Pero al menos tenía la piel igual de blanca y pura como la de ellas.

-Bien, creo que ya estás preparada-la colocó un poco las ropas- Pero antes de dejarte, tengo que recomendarte dos cosas: la primera, cada vez que un caballero o dama se dirija a ti tendrás que inclinarte levemente como harán tus demás compañeras y esbozar una tímida sonrisa; la segunda es que no debes acercarte al Rey al menos que éste te lo pida. Creo que eso será suficiente para que no metas la pata.

El tono de la anciana parecía disgustado, diferente al de las otras veces. Quizás las salidas nocturnas de la muchacha la disgustaron y por eso se comportaba de manera tan estricta con ella. La dejó sola con las demás muchachas en la habitación, mientras estas se asomaban curiosas y tímidas por los ventanucos. Ella no tenía el menor interés en ver lo que estaba pasando fuera, pero le intrigaba el por qué las jóvenes se reían con una mano en la boca y quería desubrir qué las hacía tanta gracia, por lo que se acercó a ellas.

No hablaban la misma lengua, al contrario que con la anciana. Se quedó mirándolas detrás de ellas e intentando echar vistazos por la ventana por si podía ver algo gracioso. No entendía nada y tampoco vió nada. Aquellas chicas le parecieron de los más estúpidas.

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Altaïr se enteró de que al día siguiente iban a celebrar una fiesta en los jardínes del palacio como bienvenida al Rey Ricardo, que supuestamente había venido a la ciudad para evitar un posible conflicto entre Saladino y Guido de Lusignan, actual rey de Jerusalén, que seguía manteniendo su puesto gracias al consentimiento del primero. Pero el rey no hacía más que provocar al líder musulman, con lo que el papa Urbano III prentendía llevar a cabo la Tercera Cruzada que había planeado anteriormente su predecesor.

La ciudad corría peligro no solo por la temida llegada de lo cruzados, sino también por las tropas de Saladino, que andaba especialmente molesto con la toma de Acre y planeaba su reconquista. Por ello, Ricardo fue enviado como mediador para evitar aquella posible retoma de la ciudad por parte de los musulmanes, aunque ya parecía casi inevitable debido al genio de Saladino.

Ayman también le indicó el lugar donde se encontraba situado el palacio y le ofreció ayuda para poder entrar, ya que estaría altamente vigilado por guardias y no sabía si asistiría Lord Basiliks. Cuando acordaron encontrarse al día siguiente, Altaïr volvió a la casa de Asesinos para saber que había averiguado Kadar.

Al entrar por el patio trasero, entró al interior de la librería y se dirigió a la habitación que se encontraba detrás del mostrador. Allí Kadar estaba con un delantal ensagrentado y se lavaba las manos en una palangana con agua tibia. El cuerpo de la niña yacía sobre una especie de camilla, desnuda, con la piel en carne viva. Parecía un muñeco de trapo del que se podían distinguir las partes básicas del cuerpo humano: la cabeza, los brazos, el tronco y las extremidades inferiores. Lo demás, era una masa uniforme y rojiza oscura.

Al mirar el anciano hacia la puerta, donde Altaïr contemplaba la escena horrorizado, tomó una tela blanca y la puso encima del cadaver. Se quitó el delantal y lo dejó a los pies de la camilla. Se puso las manos por detrás del cuerpo y se encaminó hacia el joven.

-Dime, Altaïr, ¿qué has averiguado?¿Encontraste a Ayman?

-Sí, he averiguado que mañana el rey de Jerusalén pretende dar una fiesta de bienvenida al rey Ricardo, que viene desde Inglaterra enviado por el papa. Parece que será intermediario entre Saladino y el propio rey.

-¡Vaya! Eso es interesante … ¿Qué me dices de Lord Basilisk?

-Es probable que acuda a la fiesta para mostrar sus respetos al rey, pero no te puedo asegurar nada al 100 %.

-Entiendo … Pero al menos, algo es algo …¿Teneís algún plan para colaros?

-Será difícil, pero Ayman me ha asegurado que cuando estuvo infiltrado en la guardia del rey, descubrió varias cosas que nos podrían facilitar el acceso al interior del castillo mañana. Es una oportunidad única para descubrir dónde se encuentra el Grial.

-¿Y lo de las niñas?

-Todavía no he encontrado nada … Pero cuanto antes acabe con esta misión, podré centrarme en lo otro… Aunque no descarto que ambos asuntos estén relacionados.

-Mejor no te precipites en tus conclusiones …Además, he averiguado dos asuntos interesantes que nos pueden dar pistas importantes.

-Adelante pues …

Le indicó que le siguiera hasta donde se encontraba el cuerpo de la niña y lo destapó por debajo, mientras Altaïr hizo una muestra de desagrado, pues le parecía inmoral que le mostrase las partes de aquella criatura.

-Al abrirla en canal y buscando posible restos en el interior del cuerpo, me percaté que carecía de órganos sexuales femeninos: no tenía ni ovarios, ni útero ni vagina. Pensé que podían habérselos extirpado, pero enseguida me di cuenta de que la posición de los huesos de la cadera eran demasiado estrechos para albergar tales órganos. Luego y con mayor dificultad, me dí cuenta de que tenía una gran cicatriz a lo largo de su pelvis, que había sido modificada para que pudiera orinar.

-¿Insinuas que estaba castrada?

-Castrado, pero de una manera tan aberrante que yo mismo me sorprendí. Normalmente, a los castrados se les quitan solamente los testículos, pero a este niño le quitaron también el pene. Es un eunuco.

-¿Pero por qué?

-Bueno … Una hipótesis podría venir de que ya que los utilizan como pequeñas “bombas” vivientes, una presencia andrógena, que suele tirar para lo femenino con una castración antes de la pubertad, podría ser menos peligrosa que si fuera un niño. Los soldados no sospecharían nada con la presencia aparentemente inocente de una niña.

-¿Solo utilizaban eunucos?

-Pudieron utilizar niñas, pero no puedo confirmar nada: solo tengo un caso al que he examinado personalmente. Solo podemos hablar de conjeturas, no de hechos …

-¿Y en cuanto a lo provocó la explosión?

-Encontré algunos restos de pólvora negra, que tienen su origen en el Lejano Oriente, al otro lado del continente. Por lo que sé, reacciona de manera rápida a los cambios de temperatura y en grandes cantidades puede ser peligroso. Debieron de utilizar algún tipo de mecanismo que permitiese alterar su estado inicial y explotara.

-Ella sacó algo de la bolsa … Como una especie de hilo … Tiró de él y después surgió la explosión.

-Difícilmente averiguaremos que técnicas emplean … Pero debes tener cuidado tú también y no dejarte engañar por su aspecto inocente. No sabemos contra quién van y eso les hace aún más peligrosos.

-Lo sé y lo tendré en cuenta.

-Toma esto para poder dormir con más facilidad …-rebuscó entre sus bolsillos y le entregó un pequeño saquito- Ya sabes como utilizarlo …

-Gracias, Kadar …-lo tomó y dejó la habitación para que el anciano pudiera recoger todo, mientras el se preparaba para utilizar la sustancia relajante que el anciano le había entregado. De otra manera, difícilmente podría descansar y relajarse. Debía reponer fuerzas para la misión de mañana ...