-¿Te dijo algo la muchacha?-preguntó con sorna a su compañero.
-No sabía nada … Es extranjera, tal y como te dije …
-Entonces, habrá que encontrar a Lord Basilisk antes de que se entere de vuestro fortuíto encuentro …
-Confío en que no nos delatará … Aunque tuve la tentación de matarla …
-¿Pero si es inocente, por qué intentaste hacerlo?
-No lo sé …
-Debes controlar tus impulsos … Recuerda: “Mentén alejada tu espada de la carne de los Inocentes”
-Lo sé, por eso no llegó a nada más …¿Qué has averiguado tú?
-He visto a unos guardias meterse detrás de ese muro … Hay que averiguar qué tipo de mecanismo habre esa puerta secreta … Seguro que nos llevará a Lord Basilisk, y tal vez, al Santo Grial …
-No perdamos más tiempo del que ya hemos perdido por mi culpa … Esta oportunidad es única.
Bajaron hábilmente, descolgándose de una viga a otra y corrieron por el corredor hasta donde Ayman había visto a los caballeros. Palparon las piedras del muro buscando algún mecanismo que podría esconderse tras alguna piedra falsa, que no pertenecía a la estructura general. Estuvieron minutos teniendo cuidado de no hacer demasiado ruido. A través de toques en el pared, calcularon aproximadamente las dimensiones de la puerta y a partir de ahí, fijaron un radio sobre dónde se podría encontrar la palanca que permitiera abrirla.
-¡Lo encontré!-exclamó Ayman, mientras el muro se abría pesadamente dejando a la vista una gruta cuya profundidad se perdía en la oscuridad- Tendremos que tomar antorchas … Está demasiado oscuro.
Tomaron una antorcha cada uno de las que servían para iluminar aquel corredor y se adentraron con cuidado, mientras uno vigilaba las espaldas con el rabillo del ojo y el que iba delante se encargaba de comprobar que no había nadie cuando se topaban con un giro, pues de vez en cuando, el camino serpenteaba varias vueltas. A medida que iban avanzando, podían escuchar un eco de voces susurrantes que prodecían del final. Fueron más cautos si así era posible con sus pasos, pues la arenilla que había en los escalones podía alertar a cualquiera si se pisaba mal.
-Hay que traer a la muchacha de inmediato …-ordenó una voz fuerte, rompiendo la tranquilidad aparente de conversación entre los caballeros- No hay dudas ya: el comienzo de la Tercera Cruzada es inminente. Si permanece más tiempo aquí la muchacha, puede correr peligro.
-Pero así levantaríamos más sospechas sobre ella … Nadie se imagina que una simple campesina pueda ser el Grial, ni siquiera el mismo Papa.
Altaïr y su compañero quedaron paralizados, agachados, mientras escuchaban desde la sombras la conversación de aquellos Cruzados.
-¿Prefieres que muera y que todo su linaje se vaya al garete? ¡Su vida es más valiosa que la nuestra propia! No, tenemos que sacarla de Jerusalén antes de que vengan esos salvajes árabes y nos derroten … Hay más posibilidades de eso de que podamos recuperar Tierra Santa, como creen estos ingenuos … El rey Ricardo y el Papa Urbano son unos incompetentes. Les gusta más el arte de la guerra que pensar con la razón.
-¿Por qué es tan importante esa muchacha?-saltó una tercera voz que hasta entonces no había intervenido- Por mucha realeza y divinidad que corra por sus venas, no deja de ser una campesina y aún peor, una simple mujer …¿Y si nos arriesgamos a algo que en realidad no es lo que parece? Sigo pensando que es estúpido creer que una muchacha que a penas sabe leer y escribir pueda unir a todos los pueblos existentes bajo una misma nación … Bajo una misma bandera … Es subrrealista.
-No eres más que un ignorante …¿Acaso sigues pensando en la copa de oro de la que Cristo bebió vino en la última cena?¿Un objeto que es capaz de transformar el agua en vino? ¡Vamos!-la voz más imponente volvió a replicar a los excépticos- Ella posee un poder que todos ignoramos … Fijaos en Jesús, también le tomaron por loco y mira ahora … Ahora todos nosotros creemos en él sin tener prueba alguna más que unos escritos de dudosa procedencia.
-En eso tienes razón … Debe haber algo más detrás de esa muchacha …¿Recordaís las mujeres que la acompañaban? ¡Menos mal que no poseían la fuerza de los hombres! Si no, no hubiera sido más fácil hacernos con ella … Si ponen tanto celo en ella, algo importante guarda- una voz más salió en su defensa.
-Bien … Entonces, ¿dónde se encuentra la muchacha?
-Debe de estar en sus aposentos … Subió antes de que la fiesta acabase.
Altaïr se volvió hacia su compañero con gesto serio y con solo una mirada comprendieron. Tendrían que buscar a la muchacha. Volvieron sobre sus pasos, dejando a los caballeros discutir la manera en la que se llevarían a la chica y entonces, cuando sintieron que sus voces no llegaban hasta sus oídos, comenzaron a hablar:
-Es la muchacha … La joven de la que hablaban es la chica que vimos de rojo y cabellos oscuros …
-No puede ser ella el Grial …-contestó Ayman con la vista fija en el suelo- Me niego a creer que sea así de fácil …
-Estoy seguro de que no mienten …
-¿Cómo es que estás tan seguro?
-Cuando reuní pistas en Damasco, un hombre me dijo que el Grial no era lo que pensaba … Ahora entiendo el por qué de sus palabras … Si no, ¿qué sentido tendría secuestrar una campesina y tomarse tantas molestias con ella, por velar por su vida?
-Tienes razón, pero …¿Lo sabe Al Mualim?
-No he tenido tiempo de averiguarlo, pero si que me aseguró que encontrando el Grial, podríamos acceder a un tesoro aún mayor … Un poder tan grande que podría controlar a toda la Humanidad …
-Dios mío … Aún se me hace poco creíble …
-De todas formas, no perdermos nada … No creo que la joven ponga demasiada resistencia cuando la llevemos con nosotros.
-Tendremos que tener cuidado con la guardia, igualmente …
-Vamos- concluyó Altaïr- Tenemos que llegar antes de que ellos se la lleven …
Subieron corriendo las escaleras, pues sabían de sobra que tardarían un rato en dar con la joven, aunque aprovecharían la oscuridad de la noche y que la gente andaba dormida, para poder salir airosos de la situación. Aunque lo tenían todo en contra …
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